Bogotá – Octubre 2024
En este artículo compararemos dos opciones claves al momento de adquirir una vivienda: la compra de un inmueble a proyecto y la compra de uno usado. Cada una ofrece beneficios y desafíos que dependerán de las necesidades del comprador, el propósito de la inversión y el tiempo de espera para habitar la propiedad.
Inmuebles a Proyecto: Exploraremos las ventajas de los inmuebles nuevos, desde la posibilidad de personalizar acabados hasta la tecnología moderna y la mayor eficiencia energética. Sin embargo, también abordaremos los desafíos, como los tiempos de espera y la incertidumbre de cómo quedará el proyecto final.
Inmuebles Usados: Por otro lado, detallaremos los beneficios de adquirir un inmueble usado, destacando la disponibilidad inmediata, su ubicación en zonas más desarrolladas y la posibilidad de obtener precios más accesibles. Sin embargo, también examinaremos el desgaste natural de los años y los posibles gastos en renovaciones.
Compararemos estos puntos clave:
- Precio: Diferencias entre el valor de mercado y costos ocultos
Inmueble en Proyecto (Nuevo): Los inmuebles nuevos tienden a tener un precio más elevado, especialmente si se compran sobre plano. Los costos incluyen los acabados, impuestos y gastos de construcción, pero tienen la ventaja de estar completamente nuevos y sin necesidad de reparaciones inmediatas. Sin embargo, los compradores deben estar atentos a posibles incrementos en el costo final, ya que los proyectos nuevos pueden estar sujetos a ajustes de precio durante la fase de construcción.
Inmueble Usado: Los inmuebles usados suelen ser más accesibles en términos de precio inicial, especialmente si están en zonas consolidadas o de mayor antigüedad. Sin embargo, pueden tener costos ocultos, como reparaciones no previstas, actualizaciones estructurales o de instalaciones, y costos asociados a la adaptación del espacio a estándares más modernos. Además, el valor de mercado puede ser más flexible, permitiendo negociaciones con el vendedor.
- Ubicación: ¿Más céntrico o en áreas emergentes?
Inmueble en Proyecto (Nuevo): Los proyectos nuevos suelen estar ubicados en zonas en expansión o en áreas periféricas, donde los desarrollos urbanísticos están creciendo. Esto puede ser positivo si la zona tiene un futuro prometedor en términos de infraestructura y valorización, pero también implica una posible falta de servicios cercanos (como transporte, comercio o educación) en los primeros años.
Inmueble Usado: Los inmuebles usados generalmente se encuentran en zonas ya consolidadas, como el centro de la ciudad o barrios con una larga tradición. Esto garantiza que las áreas circundantes ya están desarrolladas, con acceso a todos los servicios esenciales y transporte público, lo que hace más atractivo el inmueble para quienes priorizan la ubicación. No obstante, las opciones en estas áreas suelen ser más limitadas y los precios pueden ser más altos por la demanda.
- Estado del inmueble: Ventajas de lo nuevo frente a lo ya habitado
Inmueble en Proyecto (Nuevo): Al ser nuevo, el inmueble estará en perfectas condiciones, con tecnología moderna y materiales de última generación, lo que reduce significativamente los gastos en mantenimiento durante los primeros años. Además, suelen tener características actuales como eficiencia energética, sistemas de seguridad, y en algunos casos, se pueden personalizar ciertos detalles durante la construcción.
Inmueble Usado: Los inmuebles usados, dependiendo de su antigüedad, pueden necesitar reparaciones, renovaciones o actualizaciones en áreas como plomería, electricidad, ventanas o aislamiento térmico. Sin embargo, también tienen carácter y personalidad, lo que puede atraer a aquellos que buscan propiedades con historia o detalles arquitectónicos únicos.
- Tiempo de entrega: Disponibilidad inmediata vs. meses de espera
Inmueble en Proyecto (Nuevo): Los inmuebles nuevos comprados sobre plano requieren tiempo de construcción. Los compradores deben esperar hasta que el proyecto esté terminado, lo cual puede tomar meses o incluso años. Aunque existe la posibilidad de obtener un inmueble personalizado y nuevo, este factor puede ser un inconveniente para quienes necesitan mudarse de forma inmediata.
Inmueble Usado: La principal ventaja de los inmuebles usados es la disponibilidad inmediata. Una vez que se finaliza la transacción, el comprador puede ocupar la propiedad de manera rápida, lo cual es ideal para quienes buscan mudarse pronto o desean generar ingresos por alquiler sin demoras.
- Rentabilidad a largo plazo: ¿Cuál es la mejor inversión según tus objetivos?
Inmueble en Proyecto (Nuevo): A largo plazo, los inmuebles nuevos pueden revalorizarse a medida que la zona en desarrollo crezca y la infraestructura mejore. Además, su mantenimiento inicial es mínimo, lo que aumenta la rentabilidad en los primeros años. Sin embargo, la reventa inmediata puede no generar una gran ganancia, ya que el valor puede tardar en apreciarse.
Inmueble Usado: Aunque un inmueble usado puede requerir más gastos de mantenimiento, si se encuentra en una zona consolidada con alta demanda, puede ofrecer una mayor rentabilidad a corto plazo, especialmente si el comprador opta por renovarlo y venderlo. En zonas céntricas, estos inmuebles tienden a mantener o incrementar su valor de manera constante debido a la escasez de oferta en áreas establecidas.